Baños Árabes (Girona)

s/n Carrer del Rei Ferran el Catòlic Girona

Direcciones

En el 1194 se habla por primera vez de la existencia de unos baños públicos en Girona. En 1285, debido al asedio de las tropas de Felipe el Atrevido de Francia, el complejo es parcialmente destruido. En 1294 el rey Jaime II encargó su reconstrucción a Ramon Taialà, ciudadano de Girona. En 1342 eran propiedad de Arnau Sarriera, médico personal de Pedro III el Ceremonioso. Parece que durante la Edad Media una parte de los baños sirvió, temporalmente, de micvé por la comunidad judía de la ciudad. En 1618 fueron adquiridos por una comunidad de monjas capuchinas, que lo convirtieron en parte de su clausura. En el siglo XIX fueron objeto de interés y estudio de los primeros grandes viajeros, como Alexandre de Laborde, quién los dio a conocer en el mundo incluyendo dibujos y grabados en sus obras. Posteriormente, los diversos estudios de Josep Puig i Cadafalch fueron la base científica para la adquisición por parte de la Diputación de Girona, en 1929. La Diputación promovió su restauración, y fueron abiertos al público en 1932.


Fueron construidos en 1194 con una estructura que imitaba la de los baños musulmanes. El asedio de 1285 causó considerables destrozos en el edificio. En 1294, Jaime II de Aragón lo cedió a Ramón de Tolrà, a cambio de que lo restaurara. El establecimiento funcionó como baños hasta que se clausuró en el siglo XV. A partir de entonces, pasó a manos privadas que la destinaron a otros usos. En 1617 se estableció un convento de capuchinas que lo utilizaban de despensa, cocina y lavandería. Es durante el siglo XIX que se popularizó el término Baños árabes para referirse al edificio. En 1929, los baños pasaron a titularidad pública y se rehabilitaron.