Palacio de Villardompardo (Jaén)
Pl. Sta. Luisa de Marillac Jaén J
El Palacio de Villardompardo (Jaén) fué residencia del Primer Conde de Villardompardo y Virrey del Perú, don Fernando de Torres y Portugal, un edificio renacentista del Siglo XVI, ubicado en el mismísimo corazón del casco antiguo de la ciudad de Jaén.
Durante el siglo XVII y hasta mitad del XVIII, el Palacio fue utilizado como Banco, prueba de ello son las dos inscripciones existentes en los muros del patio central.
A finales del siglo XVIII, el edificio fue adquirido por la Junta del Real Hospicio pasando éste a la Beneficencia Provincial e instalándose en el mismo, el Hospicio de Mujeres.
A principios del siglo XIX se realizaron modificaciones al inmueble, entre las que se encuentra la remodelación de la puerta de entrada del Palacio.
El patio central del Palacio está formado por un cuadrado de gruesos muros en el que se abren las ventanas y puertas de diferentes estancias. Dentro de este cuadrado se inscribe otro formado por una galería columnada en dos niveles, con tres columnas en cada lado y con un total de ocho columnas en cada uno de los dos niveles.
Para la construcción de la galería del nivel o planta inferior, el Orden elegido fue el Toscano aplicando arcos de medio punto muy ligeramente rebajados. Sobre las cuatro columnas de las esquinas descansan cuatro arcos: los dos mayores, forman el ángulo de la galería; los dos menores, están unidos al muro perimetral convirtiéndose en columnas “en palmera”, solución que había sido utilizada por el constructor musulmán que había realizado la gran Sala Templada de los Baños Árabes subyacentes. De igual modo, el arquitecto del Palacio utilizó una estructura constructiva idéntica a la utilizada en los Baños: para las columnas y los capiteles emplea la piedra y para los arcos y las enjutas el material elegido fue el ladrillo.
En cuanto a la galería del nivel o planta superior, aunque presenta un esquema similar al de la planta inferior, presenta modificaciones, ya que se eligió una variante del Orden Toscano. Tanto las columnas como los arcos son de menor altura que los situados en el nivel inferior. Actualmente, los intercolumnios de este nivel se cierran con una barandilla abalaustrada de madera.
Fuente: juntadeandalucia.es